Muchos empresarios se sienten frustrados porque sus acciones de marketing no funcionan como deberían. Por ejemplo, tienen una web atractiva pero no les trae ningún cliente, a pesar de haber hecho esfuerzos por optimizarla para aparecer en determinados términos de búsqueda. O han creado un perfil en Facebook para su empresa y tienen poquísimos seguidores a pesar de publicar contenido de forma periódica. Incluso llegándose a desesperar: ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Qué hago mal? ¿Es que mi negocio no sirve? ¿Es que esto de que el marketing online funciona es mentira?
La respuesta a menudo es mucho más sencilla de lo que podemos imaginar. Simplemente es necesario pararse a pensar. Solo eso. Resulta cuanto menos curioso cómo antes de hacer prácticamente cualquier cosa en la vida nos paramos, estudiamos las distintas posibilidades, los pros, los contras, los plazos, los posibles beneficios, los posibles costes, etc. ¿Alguien ha comprado alguna vez un piso a la primera? ¿o comprado un coche en el primer concesionario que encuentre por la carretera? ¿o invertido en un negocio tras una conversación de un par de minutos sin saber nada más al respecto?. Pues cuando se trata del marketing sí, a menudo se hace así. Pensamos que necesitamos una web, pedimos precio, y pum, contratado. O nos sacamos un perfil de redes sociales, y venga dale, a publicar. Y claro, así nos va.
Esto en buena parte es debido a que a menudo nos dejamos guiar por las modas, por lo que se cuenta en la TV, blogs, redes sociales, o incluso en conversaciones con otros empresarios que nos cuentan cosas como: pues yo puse una tienda online y vende sola, o yo con solo publicar en mi perfil en Facebook de vez en cuando estoy vendiendo más que en la tienda física. Y claro, es posible que en el algunos casos esto sea cierto por diversos motivos (características del negocio, viralidad, escasez de productos, etc) pero desde luego no es la norma. Por tanto, si queremos realmente que nuestro marketing funcione y nos sirva para potenciar nuestro negocio, necesitamos pararnos y pensar qué acciones de marketing nos convienen para nuestro negocio, cómo enfocarlas, cuándo realizarlas, etc. E incluso antes que esto analizar bien quién es nuestro cliente, qué productos o servicios nos conviene más publicitar, cuánto invertir en cada acción de marketing, etc. Esto en el mundo del marketing tiene un nombre, se denomina: marketing estratégico, y en particular, el documento que recopila toda esta información se denomina plan de marketing estratégico.
¿Qué es el plan de marketing estratégico?
El plan de marketing estratégico analiza el punto de partida de una empresa y en función de sus necesidades, plantea estrategias de marketing que le permitan conseguir sus objetivos de forma eficiente. Para ello, una de las herramientas más potentes que se emplea en el marketing estratégico es el análisis DAFO. El análisis DAFO consiste en analizar la empresa desde el punto de vista interno (Fortalezas y Debilidades) y externo (Amenazas y Oportunidades). A partir de ahí, es posible plantear una serie de estrategias y acciones realistas que podamos poner en práctica con suficientes garantías de no malgastar tontamente el tiempo o el dinero en acciones que no tengan la menor relevancia real respecto a nuestro negocio y enfocarnos en lo importante aplicados de la forma más apropiada.
Siguiendo con el primer ejemplo expuesto, si a un empresario su web no le trae tráfico a pesar de estar posicionada, igual es porque no se planteó realizar una optimización del posicionamiento de su web (SEO) para que apareciera en los términos de búsqueda que sus potenciales clientes realmente buscan en Google, y no los que él imaginó que eran. Asimismo quizás tampoco esté realizando ninguna campaña de publicidad mediante Google Adwords para suplir esa falta de posicionamiento inicialmente. Estas conclusiones hubieran resultado de un buen plan de marketing estratégico en el que se hubiera estudiado su tipo de clientes, las búsquedas que hacen respecto de su negocio y las acciones necesarias para conseguirlo.
O en el ejemplo de falta de seguidores en Facebook, es posible que este empresario a pesar de estar publicando no esté segmentando bien las publicaciones para su público objetivo, ni tampoco esté apoyándolas mediante publicidad mediante Facebook Ads para conseguir mayor alcance y nuevos seguidores. Ambos puntos también hubieran resultado de un buen plan de marketing estratégico.
Así que ya sabes, si quieres tener verdadero éxito en tus acciones de marketing necesitas un buen plan de marketing estratégico porque cada caso es distinto y requiere de acciones distintas. Pero si ves muy complejo hacer este plan de marketing por ti mismo, ahora estás de enhorabuena, si eres empresario y quieres que te ayudemos a que tu marketing de verdad funcione escríbenos a Incrementa Marketing y solo por ser seguidor nuestro uno de nuestros consultores te realizará un plan de marketing estratégico sin coste alguno ni compromiso.